Presentación

Iré aumentando poco a poco estos retazos de la historia criminal de la Iglesia católica, que todos/as deberíamos conocer, pero que por desgracia no enseñan en las clases de adoctrinamiento cristiano que imparten a nuestros hijos/as. Es útil para comprender las actitudes actuales de la Iglesia y sus súbditos. Y es bueno recordar estas historias cuando veamos una imagen pasear por nuestras calles en Semana Santa, el Rocío o tantas y tantas celebraciones que abundan por Andalucía. Detrás de esa belleza artística, estética y acústica pensemos que no hay inocencia y candor: es consecuencia de muchos siglos de imposición, de terror, de torturas en una sórdida mazmorra de la Inquisición, de miles de antepasados andalusíes que fueron quemados vivos por la mayor organización monopolizadora del terror que ha existido jamás. Y hay una actitud de prepotencia, compartida actualmente por muchos de sus creyentes, que han disfrutado durante años del monopolio absoluto y se resisten a tener que convivir con otras creencias.

No sigo un orden establecido. Iré añadiendo apartados poco a poco, sin que cronológicamente exista una ordenación. Y os animo a que este blog se nutra con vuestras opiniones y colaboraciones. Que sea un foro donde interactuemos todos y todas los/as que queremos una sociedad libre de la imposición de la Iglesia.

Que en definitiva este blog sea un foro de encuentro que anime a los que no lo habéis hecho a apostatar. Y que anime también a exigir a las instituciones públicas (esas que pagamos todos/as) que respeten el principio de laicidad en todos esos casos en los que sigue habiendo en una pared o encima de una mesa o en la vía pública una imagen cristiana o un crucifijo. Si no nos consideramos cristianos seamos consecuentes y militantes. Todo lo demás es favorecer a aquellos que condenan el divorcio, el aborto, la homosexualidad, la libertad de culto, etc. Aquellos que históricamente han pretendido convertir a la Ciencia en la "sierva de la Teología", esa oscura pretensión de conomiento basada en fantasías sobrenaturales.

sábado, 16 de abril de 2011

Para ir abriendo boca


- En el siglo IX muchos conventos eran burdeles donde se mataba a los recién nacidos y se les enterraba. Desde finales del imperio romano el infanticidio había dejado de practicarse en Occidente a gran escala, a excepción de los conventos. En 836 el Concilio de Aquisgrán lo admitió públicamente. En cuanto a la sexualidad del clero secular, fue acusado de incesto tan a menudo, que se le prohibió finalmente convivir bajo el mismo techo con madres, tías o hermanas. Los niños, frutos del incesto, eran muertos por el clero en tal número que un prelado francés llegó a registrarlo". Esta es la historia real de la Iglesia que no van a dar nunca en clase de "Religión.

- Inocencio IV (1243-1254), por causa de una disputa con el emperador Federico II, se vió forzado a salir de Roma. Se llevó la curia a Lyon. Cuando federico murió, el Santo Padre regresó a Roma. El Cardenal Hugo, en nombre del Cabeza de la Iglesia, escribió a los habitantes de Lyon dando las gracias. El documento está fechado en 1250. Dice así:
" Durante nuestra estancia en vuestra ciudad, nosotros (la curia romana) nos mostramos muy caritativos con vosotros. A nuestra llegada, apenas encontramos tres o cuatro prostitutas, mientras que a nuestra partida os dejamos un burdel que se extiende desde las puertas de oeste a la del este".

- Cuando el clero se reunía en gran número (por ejemplo para los Concilios) se solía elegir una ciudad cercana al agua- lago o río- para deshacerse de los cadáveres. El Lago de Constanza, por ejemplo, acogio a más de 500 mientras duraron las sesiones del Concilio (1414-1418). También el Rin ocultó muchos cuerpos. Otro requisito era que el lugar de reunión fuera suficientemente amplio para acoger a la gran cantidad de prostitutas que debían servir las necesidades carnales del Papa de turno y del clero.

- La Inquisición medieval fue creada por Gregorio IX el año 1232. Por mandato pontificio, tenía explícitamente prohibido apiadarse de sus víctimas. Su Santidad asumía toda responsabilidad si se excedían. Inocencio IV con su bula Ad extirpanda autorizó el empleo de la tortura a la Inquisición. Como las SS nazis del siglo XX tenían autorización para torturar salvajemente. Cualquier leve oposición a la voluntad papal era considerada herejía. Bonifacio VIII (1294-1303) definió como doctrina católica que "todo ser humano debe hacer lo que el Papa le diga".
La Iglesia Católica, durante más de seis siglos ininterrumpidos fue el gran enemigo de la justicia elemental. Desde el siglo XIII, los ochenta Papas que siguieron no desautorizaron el terror inquisitorial. La historia demuestra que todo lo contrario.

- El Santo Padre Sixto IV, el que con entusiasmo autorizó los burdeles en Roma ( aportaban a sus arcas 30.000 ducados anuales) publicó en 1478 una bula sancionando la Inquisición castellana. La que en poco tiempo quemaría vivos a 2000 andalusíes acusados de herejía.

- Otro santo Padre del Renacimiento, Alejandro VI, tuvo diez hijos ilegítimos conocidos, cuatro de ellos de Vannozza Catanei. Pero no fue esta la única amante del Papa: Giulia Farnese era conocida en toda Italia como la "ramera del Papa" y "la esposa de Cristo".

- Pío IX (1846-1878) defendía a ultranza que "el catolicismo debía de ser la única religión permitida" en los territorios que dominaba. Se tenía que garantizar a la Iglesia el completo control de la educación y una actividad dominante en la vida de los países. Era partidario del absolutismo y proponía la completa intolerancia hacia las otras religiones. Todo esto se hizo público en su Syllabus de los Errores, junto con la carta-encíclica Quanta Cura.

- Galileo Galilei fue torturado por la Inquisición por defender el sistema copernicano: la Tierra no era estática; daba vueltas alrededor del Sol. Uno de los mayores científicos de su época tuvo que ceder a la ignorancia fanática de la Iglesia y afirmar que, con arreglo a la fe católica, la Tierra es el centro inmóvil del Universo. Los torturadores inquisitoriales, siguiendo órdenes del Papa Urbano VIII, hicieron bien su labor. El fallo del Tribunal fue emitido a finales de junio de 1633 y decía: "El susodicho galileo es a juicio del Santo Oficio, claramente sospechoso de herejía, por haber creído en la doctrina, falsa y contraria a la Sagrada y Divina escritura, que la Tierra se mueve y no es el centro del mundo". La inmovilidad de la Tierra fue doctrina católica. Fue sostenida por cada uno de los infalibles Papas, obispos y teólogos durante siglos.

Después de 8 años de arresto domiciliario, Galileo Galilei murió en enero de 1642. En 1686 la ley sobre la gravitación de Newton hizo imposible para cualquier científico creer que el Sol girase en torno a la minúscula Tierra. En 1725 esta demostración teórica fue ratificada por Bradley.

Juan Pablo II  propuso la rehabilitación de Galileo en 1979, pero la comisión que nombró al efecto en 1981 y que dio por concluidos sus trabajos en 1992, repitió una vez más la tesis que Galileo carecía de argumentos científicos para demostrar el heliocentrismo y sostuvo la inocencia de la Iglesia como institución y la obligación de Galileo de prestarle obediencia y reconocer su magisterio, justificando la condena y evitando una rehabilitación plena.

El Cardenal Ratzinger, hoy Benedicto XVI, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo expresó rotundamente el 15 de febrero de 1990 en la Universidad romana de La Sapienza, cuando en una conferencia afirmó : "La Iglesia de la época de Galileo se atenía más estrictamente a la razón que el propio Galileo, y tomaba en consideración también las consecuencias éticas y sociales de la doctrina galileana. Su sentencia contra Galileo fue razonable y justa, y sólo por motivos de oportunismo político se legitima su revisión". La Iglesia se ha opuesto históricamente a cualquier avance científico que cuestionara sus falsos mitos y supersticiones. Nada nuevo bajo el Sol.

- Antisemitismo papal: En 1215 Inocencio III y el IV Concilio de Letrán defendieron con gran fanatismo el antisemitismo. Cuanto nos recuerda a las SS nazis... Pablo IV aplicó con extrema crueldad las decisiones del Santo Padre Inocencio III. En su bula Cum nimis absurdum Pablo IV recordaba que los judíos eran esclavos por naturaleza y debían ser tratados como tales. Por primera vez en los Estados Pontificios se les confinaría en un "gueto", cada uno de los cuáles tendría una sola entrada. Los judíos fueron obligados a vender sus propiedades a los cristianos a precios irrisorios. Se les consintió tener una sola sinagoga en cada ciudad. Pablo IV en su época de cardenal les había quemado todos sus libros, incluyendo el Talmud. Fueron obligados a llevar en público como distintivo un gorro amarillo. Sólo podían emplear el italiano o el latín para hablar. No podían contratar a cristianos, ni recibir asistencia médica de cristianos. Los judíos tenían que mantener al vigilante de la puerta cuyo trabajo era encerrarles durante la noche. Por doquier las atrocidades contra ellos aumentaron. Miles de judíos, hombres, mujeres y niños, fueron quemados vivos en sucesivos "Autos de fe".

Cuando los nazis dieron el nombre de "guetos" a las zonas donde estaban confinados los judíos, buscaban establecer deliberadamente una continuidad entre su política y la de los Papas.

Desde el 21 de julio al 9 de septiembre de 1942 unos 5500 niños judíos fueron deportados por la Francia de Vichy, aliada del Tercer Reich. Eran encerrados en vagones para ganado; el calor y el hedor eran repulsivos. Dos días después se encontraban estas criaturas en Auschwitz y por la noche, ya estaban muertos. El 5 de agosto de 1942 el nuncio en París, Valerio Valeri, informó al Cardenal Secretario de Estado en Roma que los niños deportados fuera de Francia eran conducidos a Polonia, no a Alemania. Siete semanas más tarde, Taylor, el embajador de EEUU, informó al mismo Cardenal Secretario de Estado, Maglione, sobre los exterminios masivos de judíos polacos y de países occidentales en Polonia. Las altas esferas vaticanas ordenaron a Suhard, Cardenal de París, que debería guardar silencio como Su Santidad. En enero de 1943 viajó a Roma donde sería recibido por Pío XII. Se habló de la buena noticia que suponía la contribución financiera de Petain (Jefe de Estado de la Francia de Vichy) a la Iglesia. Nada se habló de los miles de niños franceses deportados y asesinados en Auschwitz.

Después de la destitución de Mussolini, en el verano de 1943, los alemanes ocuparon Roma. El 18 de octubre de 1943 más de mil personas, fueron encerrados en vagones para ganado y conducidad en dirección norte hacia Auschwitz. Pío XII, pese a que los arrestos se efectuaban bajo sus ventanas, no dijo abolutamente nada. Cuando Harold Tittman, diplomático de EEUU, fue recibido en audiencia tres días después, el Papa no mencionó los arrestos de los judíos en sus propias narices. Su preocupación eran las células comunistas que se estaban organizando en Roma! En el curso de las seis semanas siguientes otros diez mil judíos fueron apresados y conducidos a Auschwitz.

En marzo de 1944 los nazis asesinaron a sangre fría a 335 rehenes en las cuevas Ardeatinas. Se ejecutaba a diez rehenes por cada uno de los miembros de la policía alemana herido o muerto por la Resistencia, más 5 víctimas añadidas por placer por el Capitán de las SS Erich Priebke. El Papa Pío XII, cómplice de las ejecuciones, sabía por Dollman, jefe de las SS en Roma, que iban a morir salvajemente asesinadas 335 personas. Evidentemente, no hizo nada para evitarlo. El día de la masacre se hallaba en audiencia con los cardenales del Santo Oficio y los de la Congregación de Ritos, y se estaba preparando para los ejercicios de Cuaresma. La matanza no fue divulgada por la radio independiente del Vaticano.

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